jueves, 20 de octubre de 2011

Explosión en la central de Marcoule




jueves 15 de septiembre de 2011


La explosión de un horno en el centro de investigación y de residuos nucleares de Marcoule, en el sureste de Francia y junto al río Ródano, ha dejado al menos un muerto y cuatro heridos. Las autoridades francesas deregulación de la energía atómica, que en un primer momento habían expresado su temor por una posible fuga radioactiva, han descartado este riesgo y han dado el accidente por "terminado".  
La Autoridad de Seguridad Nacional francesa estableció en los primeros minutos tras la explosión un perímetro de seguridad en torno a Marcoule, uno de los centros clave del poder nuclear francés situado junto a la localidad de Codonet, en el departamento de Gard. El centro está gestionado por la sociedad Centraco Socodei, una filial de la eléctrica francesa EDF, según un portavoz de la Comisión de Energía Atómica (CEA).
Marcoule, una planta de tratamiento de desechos nucleares donde se acumula combustible de uranio y plutonio, es un centro experimental histórico de la industria nuclear francesa, abierto en 1956, y donde se elaboró el primer combustible para los cohetes nucleares franceses El complejo nuclear de Marcoule no es una central nuclear. Por lo tanto, carece de un reactor. Sus dos hornos son de tratamiento de residuos y se encargan de limpiar y descontaminar material, con poca carga radiactiva, procedente de otras plantas nucleares. El horno que ha explotado reciclaba objetos metálicos.
Los accidentes nucleares en Francia son, en general, poco frecuentes, pero la explosión llega en medio de un fuerte debate sobre la seguridad en las centrales nucleares a raiz del desastre de Fukushima, del que se cumplió este domingo seis meses.

Materiales radiactivos de baja intensidad

Según ha informado EDF, el horno que ha explotado se dedicaba a fundir residuos radioactivos metálicos de baja actividad. "El riesgo de incendio ha acabado y no hay contaminación radiactiva o química ni en el interior ni en el exterior del lugar" también se ha confirmado que no hay rastro de radioactividad en los cuatro heridos, uno de ellos con graves quemaduras.
El catedrático de Tecnología Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid, Agustín Alonso ha explicado que en el complejo se trataba el combustible de la central española de Vandellós I.

España no detecta mayores medidas de radioactividad

Marcoule se encuentra a unos 260 kilómetros de la frontera española, pero no obstante el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha activado los dispositivos políticos, administrativos y técnicos para el seguimiento del accidente. Según Efe, el Gobierno está en contacto con el Ejecutivo francés para conocer los detalles y el alcance de la explosión.
El gabinete de crisis del Ejecutivo está alertado del caso, pero la red española de control radiactivo no ha detectado ninguna variación en sus medidas de radiactividad tras el accidente.
Las autoridades italianas también están pendientes de la evolución de los acontecimientos. Marcoule se encuentra a 242 kilómetros de la localidad italiana de Ventimiglia, fronteriza con Francia.

CONSECUENCIAS

El debate
Este accidente, tan solo 6 meses después de Fukushima, ha conseguido reanimar el debate sobre la energía nuclear en todo el mundo. Esto no beneficia nada a el Gobierno francés, ya que, Francia obtiene el 75% de su energía de sus 58 reactores nucleares



Doce amonestaciones

En los últimos ocho años, la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa (ASN) ha amonestado en 12 ocasiones a la empresa de los dos hornos. En 2005 y 2007, las amonestaciones tuvieron que ver con "no respetar los límites" de actividad radiológica o la masa que los hornos aceptaban a la entrada. Por otra parte, en 2008 y 2011, Socodei-Centraco fue amonestado por defectos en sus sistemas de detección y alarma antiincendios de sus hornos.
La instalación fue multada por exceso radiológico y por fallos de seguridad


El secreto militar

Busque en Google Earth "Centre de Marcoule, France". Le saldrá una dirección inexacta y una imagen en la que lo único que ve el satélite son manchas borrosas. Si fuera por los curiosos de Google Earth, no sería grave. Lo grave es que, ya sea en boca de ministros o en palabras de los propios empleados, el secreto rodea esta instalación, pilar del poderío nuclear civil y militar francés desde 1956. Ni siquiera está claro para los propios empleados dónde están las fronteras interiores exactas entre las zonas militares y las áreas civiles del enorme complejo.
Los dos hornos, en uno de los cuales se produjo ayer la explosión, están en principio en la zona civil, al sur del complejo pegado al río Ródano. El problema es que se hallan muy cerca del Taller de Descontaminación de Materiales.
En el complejo se diluyen las fronteras entre lo civil y lo militar
En él se han hecho desaparecer los residuos y materiales que producían tres reactores (G1, G2 y G3) que durante décadas estuvieron destinados a la producción de plutonio para las bombas nucleares y ahora ya están parados. Sigue funcionando el reactor de experimentación Fénix y otro dedicado a la producción de tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno utilizado en las bombas termonucleares, que es necesario recargar periódicamente a causa de su volatilidad. Los residuos de estos dos últimos reactores siguen siendo tratados en el citado taller de descontaminación.
Quien pasa por primera vez alrededor del centro de Marcoule siempre se queda impresionado por las rejas, las alambradas militares, la tierra de nadie y los focos de iluminación nocturna. Superada la entrada, la impresión es otra.
Una auténtica colmena de unos 3.500 empleados entra y sale a horarios de despacho de la que es la principal empresa del departamento del Gard (Nimes). En ciertos puntos, apostados de forma permanente, se encuentran efectivos de las fuerzas especiales de la Policía y del Ejército. En los accesos a las zonas militares es donde el desorden y las montañas de desechos son visibles, especialmente en las numerosas y viejas instalaciones nucleares paralizadas para su desmantelamiento.


La cuna de las bombas

Buena señal del imperio del secreto fue lo ocurrido en 2008. El presidente de la república, Nicolas Sarkozy, necesitado de éxitos internacionales, anunció el desmantelamiento de la Fábrica de Plutonio 1 (UP1) de Marcoule, cuna mítica de las bombas nucleares francesas. En realidad, según datos de agencias internacionales, sólo un 20% del trabajo de desmantelamiento ha sido efectuado, y precisamente el más fácil. Pese a ello, ninguna comisión oficial o parlamentaria ha podido solicitar información con éxito.

A continuación este enlace te llevara a un video de rtve en el que se resume muy bien la noticia

http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/explosion-almacen-centro-investigacion-nuclear-francia/1194941/